Escribo literatura infantil ...
...para que los verdaderos jueces de la imaginación, los niños, gocen (o se aburran) con mis palabras. Sabes que lo has logrado si las palabras se hacen el barro con el que los pequeños entablan una batalla o construyen un castillo. Los críticos bien educados pueden quedarse en los cocteles con sus copas de cristal. Les entrego mi segundo cuento infantil, escrito en verso, ilustrado, y titulado:El camaleón olvidó su color favorito
El camaleón olvidó quién era
también su color favorito
pudo haber dicho: “¡Soy de madera!
Y me gusta comer rastrojo frito
y respirar gelatina de fresa”
¡Ay pobre camaleón confundido!
¿Y su nombre? ya no lo recuerdo
todos lo conocen con uno diferente
igual responde a cualquiera
Si va al bosque se viste de verde
nadie lo distingue de las hojas
las hormigas el cuello le muerden
A los grandes almacenes va de compras
luce su vestido color dinero
verde también como sus botas
Rojo como las mañanas de fuego
sonríe cálido a todos sus vecinos
y dice que ama ser sincero
Pero se despide del armadillo
robándole su sonrisa larga
y mangos que guarda en el bolsillo
Su casa es vacía como su alma
camina por los eternos pasillos
no tiene amigos ni nadie le llama
En la ventana canta como canario
se pinta amarillo con un crayón
afina su garganta con un martillo
Los pájaros huyen con su canción
y éstos gritan: no tenemos escamas
como tu sí, que eres un dragón
El camaleón se sienta en su cama
¿será él uno de esos monstruos?
pero él no puede escupir llamas
Tampoco hay colmillos en su rostro
ni tiene ganas de robar princesas
sólo sabe que le gusta comer moscos
Mosco asado o en salsa inglesa
helado de araña, dulce de gusano
larvas y grillos en su hamburguesa
Quizá los peces sean sus hermanos
comen insectos y tienen escamas
así que se puso su vestido de baño
El camaleón no sabe nadar
tampoco respirar bajo el agua
no le importa y se lanza de una rama
Por suerte, en su caída una piragua
se cruza y lo salva del río
en el que lo esperaban las pirañas
Se une a un loro en su palabrerío
se viste el caparazón de tortuga
se lleva el gesto del búho sombrío
El camaleón se hunde en amargura
no sabe quién es, no conoce amigos
todos le arrojan una mirada dura
Se marcha con frío y sin abrigo
hacia las llanuras de la soledad
quizá allá se conozca a sí mismo
O se pierda en la oscuridad
para siempre cambiando de máscara
sin amor y sin felicidad.
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